Evento América Latina: Charlas con Autores de la Educación Popular
ALDER JÚLIO Y LA EDUCACIÓN POPULAR EN PERSPECTIVA SOCIOHISTÓRICA:
BASES ANALÍTICAS PARA UNA NUEVA INTERVENCIÓN TEÓRICO-PRÁCTICA[1]
Por
Ivonaldo Leite
En principio, permítanme decir que soy escéptico con
respecto la posibilidad de la discusión sobre los desafíos analíticos de la
Educación Popular en Latinoamérica, en el momento actual, producir alguno
resultado promisor desde un punto de vista que define como foco repetir
enfoques de autores tenidos como “consagrados” en el abordaje del tema. Ya tuve
la oportunidad de exponer las razones de este mi escepticismo, y pienso que no
vale la pena volver a ellas aquí[2].
Por esto, he elegido desarrollar esta charla a partir de las perspectivas no
hegemónicas sobre Educación Popular. Sé perfectamente que sería más atractivo
hacer lo contrario, y que obtendría más simpatía. Pero, creo que analíticamente
no es el camino más apropiado.
Me pidieron para hablar sobre los dichos desafíos
teniendo en cuenta un teórico. Como descarté repetir a los ‘autores
glorificados’, definí el guion de mi presentación teniendo en consideración un
autor que no está descrito entre las “celebridades” de la Educación Popular en
Brasil, y aun creo que él no gustaría de ser descrito de esta manera. Me
refiero al brasileño/nordestino Alder Júlio Ferreira Calado.
En realidad, debo confesar que conozco Alder hace casi
cerca de treinta años. Somos de la misma región en Brasil (Nordeste), del mismo
estado (Pernambuco) y de la misma ciudad, y, a pesar de nuestra
“diferencia de temporalidad”, hemos compartido las sendas de proyectos
comunes. Sin embargo, esto no me impide de desarrollar el presente análisis con
la necesaria objetividad, y sé que él no me perdonaría si la nuestra cercanía
personal distorsionase mi incursión analítica.
Bueno, pienso que primeramente nosotros necesitamos recuperar
la dimensión sociohistórica de la Educación Popular y mirar a las bases de sus
primordios.
En ese sentido, me parece a mí ser pertinente realzar que
lo que se ha denominado Educación Popular es fundamentalmente un fenómeno
educacional surgido en Latinoamérica, y tiene su origine radicada fuertemente
en la segunda mitad del siglo XX en Brasil. Su desarrollo está vinculado, entre
otros, a los factores presentados a continuación.
a) La creación del Movimiento de Cultura Popular en
1960, en Recife por el alcalde Miguel Arraes, bajo la influencia, entre otras,
del movimiento francés Peuple et Culture,
y teniendo sus actividades orientadas fundamentalmente hacia la concientización
de la población a través de la alfabetización y de la educación de base. El Movimiento
era constituido por artistas, intelectuales como Ariano Suassuna y Francisco
Brennand y por estudiantes
universitarios. Fue extinto por el golpe civil-militar de 1964, que implantó
una dictadura de 20 años en Brasil, pero incluso durante ésta actividades
orientadas por la perspectiva del Movimiento continuaron siendo desarrolladas.
b) El método de alfabetización de adultos creado por
Paulo Freire, relacionando educación y política, así como trabajando con los
llamados círculos de cultura.
c) La creación del Movimiento de Educación de Base
(MEB), en 1961, vinculado a la Iglesia Católica a través de la Confederación
Nacional de los Bispos de Brasil (CNBB), y que adoptó fuertemente la
perspectiva defendida por Paulo Freire.
d) La creación del Centro de Cultura Popular (CPC) de
la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE), en 1962, con una fuerte apuesta en
la razón y en el arte como inductores de la transformación social, teniendo
entre sus integrantes, por ejemplo, el sociólogo Carlos Estevam Martins, el
cineasta Carlos Diegues y el poeta Ferreira Goulart.
Así como ocurrió con el Movimiento de Cultura Popular,
también el CPC fue extinto después del golpe civil-militar de 1964 en Brasil.
En realidad, por su ligación a la Iglesia Católica, el MEB fue el único que
sobrevivió durante la dictadura, ajustándose a la nueva realidad[3]
y plasmando una derivación del popular en educación con énfasis más en formas relacionales de la acción
educativa, y menos en los contenidos, lo que probablemente es una perspectiva
con acentuado predominio en el contexto de la Educación Popular actualmente,
teniendo consecuencias no debidamente evaluadas. De cualquier forma, hechos
como este posiblemente tengan conexión con las diferencias que estuvieron presentes
en su nacimiento.
Sea como sea, en su marco original, hay un núcleo
programático que distingue la Educación Popular de la educación convencional
por expresar en su quehacer indicativos metodológicos (conocer la realidad),
cognitivos (producir conocimiento), políticos (intervención en la realidad,
transformación social) y de sociabilidad (nuevas formas de relaciones entre las
personas). Aunque el predominio actual, como he designado, de formas meramente relacionales de
Educación Popular tienda a borrar el conjunto de estos indicativos, ellos están
inscriptos en su historicidad.
Parece ser posible establecer una periodización de la
Educación Popular en Latinoamérica en tres fases: la primeria que corresponde a
su ascensión en Brasil hasta al golpe civil-militar en este país en 1964; la
segunda que concierne al periodo de elaboración y divulgación de sus
perspectivas en los otros países de dicha región, hasta al fin del ciclo de las
dictaduras que tuvieron lugar en ella, al final de la década de 1980; y la
actual fase que allí se inicia con nuevas pautas y desafíos contemporáneos.
Frente a ello, es probablemente un inmenso equívoco asumir una postura
meramente reproductiva de la Educción Popular, limitándose a repetir sus
formulaciones iniciales, como ha hecho la perspectiva de las formas meramente relaciones. Al fin y al
cabo, se quedan rehenes de actos celebratorios, y se desconectan de la
necesaria problematización analítica de la realidad. A este respecto, algunas
manifestaciones alrededor del enfoque de Paulo Freire son sintomáticas, y están
distantes de percibir los desafíos metodológico, epistemológico, ético y
ontológico que las demandas de las dimensiones de la realidad educativa y
social les ponen contemporáneamente.
Tal pluralidad de enfoques alrededor de los primordios
de la Educación Popular y su evolución tiene conexión con la diversidad de
visiones acerca del trabajo con ella. En esta perspectiva, los aportes de Alder
Júlio tienen un valor analítico central para caracterizar las modalidades de
acciones desarrolladas. Es fundamental, por ejemplo, la tipología que él
presenta señalando que hay Educación Popular para el pueblo, hecha con el
pueblo, hecha a pesar del pueblo y hasta Educación Popular contra el pueblo[4].
Desa forma, él realza que el concepto de Educación
Popular queda tan amplio que parece acercarse a una panacea: en él cabe casi
todo, desde que se trate de algo ligado a algún tipo de formación de las capas
populares. En el caso de las situaciones de enseñanza, puede permitir la
elaboración de políticas públicas o de programas por un pequeño equipo de
especialistas, con el objetivo de que sean "aplicadas" a un
determinado segmento popular, teniendo éste como mero "público
objetivo", destinatario pasivo, listo para "recibir" el
"paquete". Con variaciones de grado, resalta Alder, parece ser este
el carácter de la gran mayoría de las experiencias vivenciadas en Educación
Popular, ya sea en el terreno de las relaciones del Estado o también en el
ámbito de otras organizaciones de la sociedad civil. Es aún el campo del
mercado de las consultorías, de la venta de conferencias, del comercio de
congresos y seminarios, etc.
Conforme enfatiza Alder, dicha perspectiva ha
dominado muchas de las iniciativas de Educación Popular. Él apunta tres
características de ella, es decir:
1) se trata de un proceso formativo llevado adelante
en la educación formal y no formal, y muchas veces, pienso yo, concibiendo
jóvenes y adultos como niños, a través de la adopción de dinámicas pedagógicas
que no tienen en cuenta la madurez de los actores educativos.
2) Los segmentos populares son tratados solamente como
objeto y destinatarios de la propuesta. La responsabilidad de la elaboración de
ésta se circunscribe a la alzada de otros sujetos e instancias, y aun la su
ejecución es hecha de forma verticalizada.
3) Es conducida por agentes públicos y privados, ONGs,
organizaciones filantrópicas y confesionales, entidades con ligaciones
internaciones, etc.
Creo que esta
caracterización hecha por Alder Julio es central para que nosotros
desarrollemos una discusión consistente sobre los desafíos de la Educación
Popular hoy en Latinoamérica. Se trata de bosquejar alternativas para superar
el cuadro que su caracterización delimita. En ese sentido, pienso que los
elementos presentados a continuación – desde su punto de vista y de la
perspectiva que yo agrego – son fundamentales.
1) Comprender el significado del Estado, para entonces
definir la modalidad de relación con él. Probablemente una parte significativa
de la crisis de la izquierda brasileña hoy es resultado de la incomprensión del
significado del Estado.
2) Tener presente la recuperación de la memoria
histórica de las relaciones humanas en los diferentes tiempos y espacios.
3) Estimular en los diferentes protagonistas la
permanente curiosidad epistemológica.
4) Con respecto a los actores que actúan en los
espacios de intervención colectiva, desarrollar reflexiones en el sentido de
favorecer la alternancia de funciones entre los protagonistas.
6) Realzar la necesidad de coherencia entre discurso y
práctica, destacando la conexión entre teoría y práctica, siendo esta, como práxis, el criterio de verdad.
7) En contraposición a la tendencia burocrática de los
espacios institucionales, promover la idea de acción pedagógica como
movimiento.
8) Estimular a los segmentos sometidos y no
hegemónicos de la sociedad en el sentido de ellos buscaren ser protagonistas de
la acción social.
9) Enfatizar dispositivos que propicien el ejercicio
de la contemplación, alimentado por el ininterrumpido recurso a las diferentes
artes y a la milenaria sabiduría acumulada por la Humanidad, lejos de
restringirse a la Occidentalidad.
10) Apostar en la formación integral del ser humano,
sin hacer concesión a la tradicional fragmentación disciplinaria. Es decir,
comprender el conocimiento como un proceso de totalización.
[1] Este texto ha servido como guion
para la intervención del autor en el evento Charlas
con Autores de la Educación Popular.
[2] Leite, Ivonaldo. Educação popular, ontem e hoje: perspectivas e desafios. En: Revista Espaço Acadêmico, núm. 176, 2016, pp. 90-98.
[3] Gonzalez, Jeferson A. As concepções de Educação Popular sustentadas pelo MEB e pelo CPC. En: Seminário Nacional do HISTEDBR, Campinas/UNICAMP, 2016.
[4] Calado, Alder Júlio Ferreira. Educação popular como processo humanizador: quais protagonistas?. En: Leite, Ivonaldo y Pereira, Antonio Alberto. Educação do campo, agroecologia e luta pela terra no Vale do Mamanguape/PB. João Pessoa: Ideia, 2014.
[2] Leite, Ivonaldo. Educação popular, ontem e hoje: perspectivas e desafios. En: Revista Espaço Acadêmico, núm. 176, 2016, pp. 90-98.
[3] Gonzalez, Jeferson A. As concepções de Educação Popular sustentadas pelo MEB e pelo CPC. En: Seminário Nacional do HISTEDBR, Campinas/UNICAMP, 2016.
[4] Calado, Alder Júlio Ferreira. Educação popular como processo humanizador: quais protagonistas?. En: Leite, Ivonaldo y Pereira, Antonio Alberto. Educação do campo, agroecologia e luta pela terra no Vale do Mamanguape/PB. João Pessoa: Ideia, 2014.